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Tres razones para apostar por una Casa que Ahorra

  1. Dinero y confort para las familias.

    La demanda energética de los edificios en Europa supera a la del sector del transporte o la industria por separado, según datos de la Comisión Europea. Ha llegado la hora de evaluar cuánta energía consume nuestro hogar de modo profundo. Muchos ciudadanos desestiman el efecto positivo que proporcionan las mejoras en el aislamiento de sus casas, a veces por falta de información técnica accesible o ayudas para afrontar una inversión. Sin embargo, mejorar la eficiencia energética de nuestro hogar no sólo beneficiará a nuestro entorno, sino que nos permitirá ahorrar en nuestra factura energética, mejorando sensiblemente la comodidad de nuestras viviendas. Según el Índice de la Eficiencia Energética 2010, si se mejoran los estándares de eficiencia de los edificios existentes, los consumidores podrían evitar la emisión de 5,2 millones de toneladas de CO2, el equivalente a la retirada de 216.985 coches de la circulación y cerca de 1.500 millones de euros en energía.

  2. .Independencia y cumplimiento de compromisos ambientales internacionales de nuestro país.

    Nuestro país tiene una elevada dependencia energética del exterior. Según datos del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, España importa el 75% de la energía primaria que utiliza frente al 50% de media en la Unión Europea, cifra considerada ya elevada por las instituciones comunitarias. Además, esa dependencia va en aumento, con las implicaciones no sólo económicas y comerciales que ello supone, sino también con unos efectos medioambientales significativos, al tratarse mayormente de productos fósiles con un elevado nivel de emisiones de efecto invernadero. Reducir el despilfarro de energía que producen nuestros edificios no sólo hará disminuir esa dependencia energética del exterior, sino que nos ayudará a cumplir con eficacia los acuerdos medioambientales que nuestro país ha suscrito.

  3. Cuidado para el Planeta de Todos.

    Todos estamos implicados en la lucha por un planeta más habitable. En el futuro, deberán cambiar nuestros hábitos de consumo de energía, lo mismo que cambiará el tipo de energía utilizada.

    No es tiempo de dudar. Nuestro planeta necesita respuestas y acciones reales. Los tímidos avances que se dieron en la Cumbre de Copenhague de 2009 no deben sino animar a buscar compromisos más exigentes a medio plazo.

    Si apostamos de verdad por una casa más eficiente, comprobaremos de modo real y efectivo cómo nuestra vivienda colabora en la lucha contra el cambio climático y ayuda a definir el modelo energético sostenible para el futuro. Es el momento de que nuestra vivienda ahorre y que, a la vez, cuide nuestro Planeta.

¿ Cómo es una casa que ahorra ?

La Casa que Ahorra es tan confortable como una casa convencional, o incluso más, pero demanda entre un 70% y un 90% menos de energía.

Aislamiento óptimo

Tendemos a pensar que la ineficiencia energética tiene que ver con el modo en que generamos el calor o el frío de la casa. Pero en realidad son las pérdidas o las entradas indeseadas de calor las que ponen de manifiesto si la energía se derrocha o no. Por eso La Casa que Ahorra tiene un aislamiento optimizado en sus fachadas, cubiertas y huecos acristalados.

Diseño eficiente

Las pérdidas o entradas indeseadas de calor en nuestras casas se producen sobre todo a través de sus muros y cubiertas. Cuanto mayor sea la superficie expuesta de estos cerramientos con respecto al volumen total interior de la vivienda, mayor será también el riesgo de despilfarro de energía. Por eso, en la medida de lo posible, conviene optar por diseños compactos reduciendo también al máximo los elementos que sobresalgan del edificio.

Orientación estratégica

Una casa correctamente orientada se calienta gratuitamente en invierno gracias al sol, o se mantiene fresca en verano con menos demanda de aire acondicionado. Cada zona geográfica tiene su clima y las casas deben adecuarse a éste desde el inicio de su proyecto, tanto si trata de nueva construcción como si se va a rehabilitar una existente.

Ventilación controlada

Una casa que ahorra tiene un ambiente saludable y sano y para ello necesita una correcta renovación de aire, controlada y suficiente. El fallo más habitual son las fugas de aire incontroladas, normalmente en los puntos de ensamblaje entre ventanas, fachadas, estructuras y otros elementos constructivos.

Construida con materiales sostenibles

De nada sirve que la casa ahorre energía si los materiales que la forman son insostenibles. La casa que ahorra ha de tener una "huella ecológica" conocida y reducida. Para ello debe ser construida con materiales respetuosos con el medio ambiente a lo largo de toda su vida útil.

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