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Una estrategia notable suspende en su impulso a la #rehabilitación

En 2012 se aprobó la Directiva 2012/27/UE de 25 de octubre, relativa a la eficiencia energética, con el fin de establecer un marco para luchar, desde la perspectiva de la eficiencia, contra el cambio climático, la escasez de recursos, la dependencia energética y la crisis económica.

La Directiva afecta a múltiples sectores y establece obligaciones en aspectos muy variados. Pero centrándonos en la edificación, es el artículo 4 (renovación de edificios) el que establece como obligación que los Estados miembros elaborasen y presentasen, antes de 30 de abril de 2014, una estrategia a largo plazo para movilizar inversiones en la renovación del parque nacional de edificios residenciales y comerciales, tanto público como privado. Dicho documento, que debe ser revisado cada 3 años, debía recoger diferentes aspectos:

a)  un panorama del parque inmobiliario nacional basado, según convenga, en un muestreo estadístico

b) una definición de enfoques rentables de renovación en relación con el tipo de edificio y la zona climática

c)  políticas y medidas destinadas a estimular renovaciones exhaustivas y rentables de los edificios, entre ellas renovaciones profundas por fases

d)  una perspectiva de futuro destinada a orientar las decisiones de inversión de las personas, la industria de la construcción y las entidades financieras

e) un cálculo fundado en datos reales, del ahorro de energía y de los beneficios de mayor radio que se esperan obtener

España presentó su “Estrategia a Largo Plazo para la Rehabilitación Energética en el sector de la edificación en España” , que fue una de las mejor valoradas por su evaluación técnica del parque existente y las oportunidades de ahorro energético, así como por la importancia estratégica de la renovación de edificios como un componente clave de la mejora de las condiciones económicas en España, la reactivación de la sector de la construcción y la revitalización de las zonas urbanas. Se identificaba la necesidad de informar al usuario, eliminar barreras burocráticas, ayudar a la financiación y formar adecuadamente al sector, además de otros beneficios, entre ellos la mejora calidad de vida por la reducción del coste energético y la consiguiente mejora de las condiciones de confort interior para los ocupantes. Pero ese mismo informe, el BPIE (Buildings Performance InstituteEurope), que valoraba de forma tan positiva estos aspectos del trabajo de España, también indicaba que ninguna de las 10 estrategias evaluadas, incluida la española, establecía un camino claro y estratégico, y que todas ellas carecían de planes audaces y decididos. O lo que es lo mismo, notable en teoría, suspenso en las prácticas…

En el caso de España el trabajo previo de algunos informes elaborados por el grupo de expertos GTR (Grupo de Trabajo de Rehabilitación) facilitó la elaboración de esta estrategia presentada en 2014, que tal como establece la directiva, en 2017 deberá actualizarse y adaptarse a las nuevas realidades para superar obstáculos.

Pero a todas luces hay barreras que no se consiguen superar, porque si no, no se entendería que a pesar de diseñar uno de los mejores documentos y estrategias de la UE, el sector de la rehabilitación siga sin despegar y en los mismos números que hace años (muy por debajo del objetivo ALTO de 200.000 viviendas rehabilitadas al año definidas definido en la Estrategia).

Probablemente existan barreras económicas que no están permitiendo que las familias accedan con unas condiciones ‘blandas’ al pago de la rehabilitación, como sí se consigue con fórmulas económicas como el cambio de instalaciones a través de Empresas de Servicios Energéticos (ESE). En el caso de actuaciones en la envolvente térmica, a pesar de que deberían ser el primer paso de actuación en el edificio como bien recomienda la Estrategia española (reducir la demanda energética para después dimensionar las instalaciones y la aportación de energías renovables) y de que su vida útil es muy superior a la de las instalaciones, no se consiguen encontrar fórmulas económicas atractivas como para la renovación de estas últimas, ni las entidades bancarias ven factible asumir el riesgo. También existe un problema de generación de demanda de rehabilitación por parte de los ciudadanos, que sigue sin resolverse a pesar de algunos intentos por mejorar la comunicación y sensibilización ciudadanas por parte del gobierno estatal, que, a todas luces, han resultado insuficientes.

Bajo este escenario España deberá presentar en menos de un año una actualización de dicha estrategia, partiendo del documento de 2014, exitoso en contenido, pero que recibiría un suspenso si atendemos a su traducción en hechos y a la consecución de un verdadero impulso de la rehabilitación en España.

Los Estados miembros de la UE están sujetos a diferentes obligaciones, también a definir qué se entiende por Nearly Zero Energy Building (NZEB) según se establecía en el artículo 9 de la Directiva relativa a la eficiencia energética de los edificios, ya que el 31 de diciembre de 2020 todos los edificios nuevos de la UE deberán tener un consumo de energía casi nulo, aspecto que se adelanta dos años a aquellos edificios nuevos que sean propiedad de las autoridades públicas y estén ocupados por ellas.

La cuestión es que también la Comisión Europea considera, en un documento de recomendaciones sobre las directrices para promover los NZEB que ha sido publicado en agosto de 2016, que los avances de los Estados miembros en este sentido están siendo lentos y considera que si no se acelera en la transposición de la normativa y en el impulso de medidas, no se garantizará el cumplimiento de los plazos establecidos. Paralelamente a los requisitos aplicables a los edificios nuevos, dicho documento de recomendaciones recuerda que la Directiva dispone que los Estados miembros apliquen políticas de apoyo que fomenten la adaptación del parque inmobiliario existente a unos niveles de consumo de energía casi nulo. De hecho se reconoce que el parque inmobiliario actual es viejo e ineficiente y su renovación se está realizando con lentitud por lo que, en sintonía con la Directiva 2010/31/UE de Eficiencia Energética de los Edificios (EPBD), se debe reformar gradualmente para que adquiera unos niveles de eficiencia energética similares a los de los NZEB de nueva construcción.

En esta publicación de la Comisión Europea se mencionan las mejores prácticas para la transformación del parque inmobiliario existente; proyectos de sensibilización tecnológica, sistemas de incentivación e instrumentos financieros, mecanismos fiscales, instrumentos económicos tales como regímenes obligatorios de ahorro de energía, instrumentos de mercado como asociaciones público-privadas destinadas al fomento de la renovación de edificios o centros de «ventanilla única» para el asesoramiento en materia de renovación energética. También aseguran que el enfoque adoptado en algunos Estados miembros —por el cual las ayudas financieras para renovación de edificios se vincula a la consecución de unas clases energéticas altas equivalentes al nivel EECN— puede considerarse una buena práctica para impulsar la transformación en EECN del parque inmobiliario nacional y se menciona el trabajo de las estrategias elaboradas por los Estados miembros en base al cumplimiento del citado artículo 4 de la Directiva de eficiencia energética.

Por todo ello, a las puertas de revisión de la estrategia estatal para la renovación de los edificios existentes y de la definición de lo que se entenderá por NZEB en España, se insiste desde la Fundación La Casa que Ahorra en que, en paralelo a la elaboración de normativas y el cumplimiento de las Directivas europeas y a la redacción de estrategias de gran reconocimiento, se pongan en marcha mecanismos reales y efectivos para impulsar de forma notable la tasa de renovación anual de los edificios existentes. Los objetivos de transformación hacia una economía baja en carbono, la necesidad de generar empleo en un sector tan agraviado por la crisis económica y la lucha contra problemáticas sociales como la pobreza energética instan a poner en marcha un verdadero sector que impulse la renovación de nuestros edificios. Hagamos que las mejores estrategias se conviertan en realidad.