Arriba
¿Te parece interesante? compártelo

5 de junio: la inevitable e imprescindible, cita con el Medio Ambiente

Desde el año 1974, cada 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente que, promovido por la ONU, pretende sensibilizar a la población mundial en temas ambientales, promoviendo múltiples actividades para la mejora directa de aspectos ambientales, desarrollando campañas de comunicación y promoviendo la acción política. Por ello, desde la Fundación la Casa que Ahorra nos sumamos un año más a esta cita, conscientes de que desde nuestra organización, y sobre todo desde el sector de la edificación podemos aportar mucho para mejorar nuestro medio ambiente

Cada sector tiene una influencia determinada con la conservación del medio ambiente y las posibilidades de mejora son diferentes. Por ello, con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente nos gustaría proponer 5 acciones que deberían tenerse en cuenta para contribuir a la conservación y mejora del medio ambiente:

  • Primar la mejora del parque de edificios existente frente a la nueva construcción, evitando el incremento de la demanda de uso del suelo para edificación. Aunque siempre es necesario continuar con la nueva construcción de edificios, que responda a la demanda de vivienda y de diferentes servicios, las actuaciones sobre el parque edificado son sinérgicas con otros objetivos como la apuesta por las ciudades compactas, la mejora de la movilidad y la minimización del uso del suelo para usos urbanos, favoreciendo así que se mantengan los procesos naturales del suelo, la vegetación, los acuíferos subterráneos, etc.
  • Tener en cuenta herramientas de medición como las declaraciones ambientales de productos, materiales y servicios vinculados al sector de la edificación. Es necesario medir para conocer qué mejorar, cómo innovar y para poder comparar entre diferentes opciones. Estas herramientas permiten analizar los productos y servicios en función de aspectos como el consumo de recursos, energía y las emisiones asociadas a los diferentes procesos. El edificio genera impactos tanto en su fase de construcción, como en la fase de uso y cuando finaliza su vida útil, por ello es necesario evaluar todo el ciclo de vida para conocer el impacto real que tiene la elección de un producto o servicio determinado asociado a nuestros edificios
  • Apostar decididamente por la eficiencia energética en los edificios, tanto nuevos como existentes, empezando por reducir al máximo la demanda energética de los edificios. Bajo el criterio de que la mejor energía es la que no se consume, el orden lógico de actuación en cualquier edificio pasa por reducir al mínimo posible la cantidad de energía que el edificio demanda, para después dimensionar las instalaciones que sean necesarias en el edificio teniendo en cuenta, de forma prioritaria, las que utilicen fuentes de energía renovable y las de máxima eficiencia energética.
  • Dotar de valor la información que ofrece el certificado de eficiencia energética. Hasta el año 2013 carecíamos de información alguna sobre el comportamiento energético de aquellos edificios que se encontraban en venta o alquiler y, por ello, las decisiones se tomaban obviando esta información. Esta herramienta debe dotarse de valor y para ello es necesario apostar por mejorar aspectos como las labores de inspección y control de las certificaciones, de forma que se garantice por parte de las administraciones competentes el valor del certificado de eficiencia energética, no sólo la credibilidad de su calificación energética, sino también otros aspectos como las propuestas de mejora que incluye el documento.
  • Apostar por una fiscalidad ambiental apropiada y por planes y programas de ayuda efectivos, que incentiven la adopción de medidas de mejora de los edificios y que pongan en valor aspectos como las emisiones asociadas al edificio, sus productos y servicios. Esta acción es clave para que exista una verdadera demanda ciudadana de edificios nuevos y existentes de alta eficiencia energética. Internalizar todos los aspectos ambientales es necesario para incentivar adecuadamente en base a criterios ambientales.

Nos merecemos edificios eficientes y respetuosos con el medio ambiente, que permitan su conservación y mejora minimizando su impacto en todos los aspectos (calidad ambiental, uso de recursos, usos del suelo, generación de residuos, etc.) y edificios resilientes, preparados para los cambios que llegarán asociados al cambio climático.

Por ello en el Día Mundial del Medio Ambiente animamos a la ciudadanía, a los gobiernos y a la industria a considerar al menos estos 5 aspectos. Podrían ser muchos más, pero empecemos por algo.

www.lacasaqueahorra.org

Para más información:

Servicio de Comunicación para Fundación La Casa que Ahorra

prensa@lacasaqueahorra.org