La financiación de obras de rehabilitación es, sin duda, una de las barreras principales, aunque no la única, cuando se plantea llevar a cabo una obra de rehabilitación en una vivienda o en un edificio de viviendas. Las ventajas ambientales, sociales y en términos de calidad de vida son conocidas y reconocidas cada vez por un mayor número de personas, ventajas que proporcionan una serie de beneficios, en muchas ocasiones intangibles en términos económicos. No obstante, a la hora de impulsar una obra, todavía los argumentos principales giran alrededor de los retornos económicos y la amortización de la inversión realizada.